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Opinión Retruécanos
¿UNA CABEZA DE VACA O UNA VACA DE CABEZA?
27/06/21 | 10:35 | Por: Pedro Olvera Vázquez
Preguntar cuántas cabezas de vaca hay podría ser una plática entre ganaderos que hacen negocios, pero cuando se trata de un planteamiento respecto a la situación política en el país, la cosa se pone preocupante.
No tengo, ni necesito tener, el gusto de conocer personalmente al Gobernador de Tamaulipas, sin embargo, por aquello de “por sus hechos los conoceréis”, es evidente que este señor no tiene muchos escrúpulos ni miramientos; ni siquiera guarda formas que, ya sabemos, en política afectan el fondo de las relaciones. Las acciones que esta semana se han publicado muestran autoritarismo e irresponsabilidad por decir lo menos, además de representar un abuso e ilegalidad. Las iniciativas de blindaje como las ha llamado el propio gobierno tamaulipeco y que ya fueron votadas con inmediatez inusual y la agachonería acostumbrada por los diputados de aquel estado, dejan a un lado la impersonalidad, la generalidad y abstracción que deben tener las normas jurídicas, para convertirse en leyes especiales de protección al gobernador. Leyes que desde luego resultarán inconstitucionales y desde luego podrán ser impugnadas por vía de la acción de inconstitucionalidad prevista en el artículo 105 de la carta magna.

Veamos, Tamaulipas está secuestrado desde hace varios sexenios por delincuencias, la organizada por fuera y la institucionalizada en el gobierno. El Congreso aprobó, el Gobernador promulgó y ya hasta se publicó en el órgano oficial lo que los medios de comunicación han llamado el Fuero Definitivo del Gobernador. El Diario Reforma señala que las bancadas del PRI y el PAN aprobaron primero en comisiones y luego en Pleno tres iniciativas constitucionales para blindar en su totalidad a García Cabeza de Vaca, contra un posible desafuero condenado por la próxima legislatura, que será liderada por Morena. De acuerdo con Elefante Blanco, la primera iniciativa planteó agregar un párrafo al artículo 165 de la Constitución Política del Estado de Tamaulipas, con lo que impediría al Congreso estatal realizar reformas constitucionales; al menos, sin la aprobación de la mayoría de los 43 cabildos municipales. La segunda iniciativa tiene como objetivo blindar al gobernador. La propuesta sugiere la reforma al artículo 84 de la Constitución y agregar un párrafo al artículo 44 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Tamaulipas.

Con base en los cambios efectuados a la Carta Magna local, el artículo 84 establece que en todos aquellos casos que el Congreso del Estado hubiese determinado la no homologación de la declaratoria por parte de alguna de las cámaras federales en los asuntos de su competencia, su decisión será definitiva e inatacable, señala Reforma.

Finalmente, la última iniciativa fue hecha por la bancada del PRI, la cual presentó la propuesta para reformar el artículo 43 de la Constitución de Tamaulipas y transformar la Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso.

El asunto plantea una burla parecida la que documenta la película “La ley de Herodes” en donde Damián Alcázar a la sazón Presidente Municipal de un pueblo imaginario en la República Mexicana, modifica en forma burda el libro en donde se encuentra la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos para justificar impuestos exorbitantes, multas, negocios indebidos, pero sobre toda su inmunidad y eternización como primer mandatario de aquella localidad. Pero además del atrevimiento y audacia del tamaulipeco con tal medida, este blindaje o fuero definitivo, reviste un problema no sólo para los sufridos “cuerudos”,sino para toda la República: piense en el grave precedente político y normativo que la irregularidad de ésta modificación puede representar si a otros cabezas de vaca presentes o futuros se les ocurre colocar un trabuco a su Congreso o impedir, tal como pretende nuestro personaje de la semana, la acción de control prevista y pactada por todos los miembros de la federación. El gobierno federal debe impugnar primero por vía legal la inconstitucionalidad de las reformas explicadas y si es necesario utilizar el uso de la fuerza legitima del Estrado para reordenar ese foco de infección; “cortar la manzana podrida para que no se pudra toda la canasta”, no es sólo un dicho sino una teoría legal perfectamente válida. O ¿Cuántos cabezas de vaca quiere ver?
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